Cosas de americanos, el pan de calabaza

16 Octubre, 2022

Hoy nos vamos a poner un poco americanos, no es que sea una gran fan del imperialismo gastronómico, pero hay cosas remarcables. En los últimos años nuestros amigos yankees están reviviendo un gusto por las viejas recetas y  los sabores añejos. La calabaza especiada es uno de esos sabores que además le añaden a todo, si vais de viaje veréis una omnipresente combinación llamada "spiced pumpkin" en todo tipo de productos, desde el café hasta los cereales, pasando por la mezcla para cócteles, el stick para chapas y el desodorante, por nombrar sólo algunos, no es sorprendente si se tiene en cuenta que los panes y pasteles de calabaza se remontan al siglo XIX. Sin embargo, las recetas históricas de pan de calabaza eran muy diferentes a las actuales.

Los primeros panes de calabaza se hacían a menudo con harina de maíz en lugar de harina de trigo, con levadura en lugar de polvos químicos, y la mayoría contenía poco o ningún azúcar. Por lo tanto, estas primeras recetas históricas de pan de calabaza son principalmente para pasteles de masa sin azúcar (tortitas), galletas y panqueques, más que para los panes rápidos dulces que se hacen hoy en día. Por ejemplo, el libro de cocina de Lettice Bryan de 1839, The Kentucky Housewife, contiene dos recetas de pan de calabaza. Su receta de Pumpkin Cakes contiene calabaza, harina de maíz, mantequilla, huevos, sal y leche, y su receta de Pumpkin Hoe Cakes contiene calabaza, harina de maíz, leche y manteca o mantequilla.

Esta señora debía ser la Argiñana cohetanea de Edgar Allan Poe, en nuestro haber contamos con "La cocina del Amparo" otro clásico en el que la pastelería está en sus rudimentos, volvamos a América...

Esta receta está pensada para ser elaborada con puré de calabaza, pero se anima a sustituirlo por puré de boniato o incluso por puré de caqui. Los ingredientes restantes son harina de maíz, sal, manteca de cerdo y leche dulce.

Irónicamente, las amadas especias dulces y cálidas que se asocian con la especia de calabaza hoy en día están abiertamente ausentes de las recetas históricas; ninguna de ellas contiene canela, nuez moscada, jengibre, etc. A lo largo del siglo XX, las recetas de pan de calabaza no sólo evolucionaron para parecerse menos a un pan y más a un pastel, sino que también evolucionaron para contener las especias tan queridas por los estadounidenses de hoy.

Después de haber cocido una calabaza dulce y fina, tritura medio litro de ella muy finamente, pásalo por un colador y mezcla con él un litro de harina india. Añade una cucharada pequeña de sal, dos cucharadas grandes de mantequilla, dos huevos batidos y suficiente leche dulce para hacer una masa espesa. Colóquela a cucharadas grandes en láminas de hojalata untadas con mantequilla y cuézala hasta que esté bien dorada en un horno rápido.

Os animáis?