¿Por qué necesitas un cortador de jamón en tu evento?

17 Enero, 2019

Es una de las preguntas que aparecen constantemente entre los amantes del buen yantar, a la altura del debate que discute la necesidad o no de la cebolla en una tortilla de patatas, el jamón cortado ¿a mano o a máquina?

Lo cierto es que desde un punto de vista gastronómico este no es un debate que acepte un largo recorrido, no cabe mucha duda que un buen jamón como cualquier producto, debe ser tratado con la máxima premura posible y cercanía al plato pueda caber. 

A este punto volveremos al final de la entrada dado que es clave de nuestra reflexión, seguimos adelante por ahora. Como decíamos hay otra serie de factores que alimentan el debate que enfrenta las posiciones de los que abogan por el jamón cortado a máquina o a mano. 

En cierto modo todo se reduce a las necesidades, si pensamos en el consumo instantáneo o en su conservación, si lo vamos a hacer nosotros mismos o si lo hará un tercero. 

En el caso de un jamón regalado, ese momento en navidad cuando llega una caja con mucho amor que contiene un potencial problema la solución suele pasar por llevarlo al carnicero que nos lo lonchea y pone al vacío por un precio razonable que alimentará nuestra despensa durante unos meses. Una buena máquina que respete el recorrido de las fibras que mantenga la cuchilla fría para que no estropee las propiedades organolépticas del producto y siempre pensando en un consumo inmediato o conservación a largo plazo al vacío pueden ser una opción. 

Los más entusiastas que no esperan al regalo del pernil, suelen optar por tener el jamo-nero en su cocina y usarlo en calidad de socorrido matahambres vespertino... en general y según lo que me ha tocado a ver en hogares ajenos este jamón suele acabar seco y con perdón pero desperdiciado, lo peor de todo; en ocasiones son terceros los que acaban sufriendo de semejante suerte de jamón.